. "El general Villarreal, nacido en Santiago del Estero, había estado al frente de la Quinta Brigada con asiento en Tucumán, donde se desarrollaba el Operativo Independencia, destinado a acallar cualquier resistencia civil, desde la guerrilla rural hasta la protesta docente, pasando por la liquidación de la histórica lucha de los cañeros tucumanos. Puntal del apoyo de los militares era el diario La Gaceta, donde se desempeñaba el joven periodista Joaquín Morales Solá, que ya era un ferviente defensor de liquidar cualquier vestigio de desobediencia civil y de todas las formas criminales con las que los militares actuaban. ( Fue Villarreal quien sugirió la incorporación de Morales Solá al equipo de selectos redactores de la sección Política de Clarín que firmaban “los logros del Proceso de Reorganización Nacional”. )"
"No hay más que leer la edición del martes 8 de junio de 1976 de La Gaceta. En su página 5, el matutino muestra a Morales Solá compartiendo el agasajo que Bussi ofreció, un día antes, a los periodistas en su día. A todos les agradeció "la colaboración en la lucha contra la subversión” y los exhortó a que “continuaran prestando el mismo apoyo". Meses antes, el 23 de abril, Morales, en nota de tapa, con su firma, saludó la designación del general Bussi como gobernador porque “conoce el ámbito local y no ignora las necesidades y las urgencias de la provincia”. Fue premiado por quien sería el gobernador de la dictadura en Tucumán (Antonio Bussi) el 22 de marzo de 1976, antes del golpe. "
Según el libro El enigma del general, de Hernán López Echagüe, en marzo de 1976, Morales Solá compartió un asado con colegas como Renée Salas, Marcos Taire, entre otros periodistas, con el general genocida Antonio Domingo Bussi. El almuerzo se llevó a cabo en los salones del Regimiento de Infantería 19, en San Miguel de Tucumán, a contados metros de un Centro Clandestino de Detención. Al cabo del ágape, el general obsequió a cada uno de los periodistas presentes un pergamino en el que agradecía "su colaboración en la lucha contra la subversión". "Sin ocultar el o, Morales Solá tomó el suyo y acto continuo buscó el abrazo del general. Gleizer y Salas lo imitaron".
"Como redactor del Panorama Político de Clarín en los tiempos de Videla, Viola y Galtieri, y como prosecretario de redacción de Clarín (el número dos de la redacción) fue responsable de la sección Política; páginas en donde centenares de hechos de exterminio y fusilamiento de militantes políticos eran “enfrentamientos”. Eran habituales sus tardecitas para “tomar el té” con empinados generales."
"No hay más que leer la edición del martes 8 de junio de 1976 de La Gaceta. En su página 5, el matutino muestra a Morales Solá compartiendo el agasajo que Bussi ofreció, un día antes, a los periodistas en su día. A todos les agradeció "la colaboración en la lucha contra la subversión” y los exhortó a que “continuaran prestando el mismo apoyo". Meses antes, el 23 de abril, Morales, en nota de tapa, con su firma, saludó la designación del general Bussi como gobernador porque “conoce el ámbito local y no ignora las necesidades y las urgencias de la provincia”. Fue premiado por quien sería el gobernador de la dictadura en Tucumán (Antonio Bussi) el 22 de marzo de 1976, antes del golpe. "
Según el libro El enigma del general, de Hernán López Echagüe, en marzo de 1976, Morales Solá compartió un asado con colegas como Renée Salas, Marcos Taire, entre otros periodistas, con el general genocida Antonio Domingo Bussi. El almuerzo se llevó a cabo en los salones del Regimiento de Infantería 19, en San Miguel de Tucumán, a contados metros de un Centro Clandestino de Detención. Al cabo del ágape, el general obsequió a cada uno de los periodistas presentes un pergamino en el que agradecía "su colaboración en la lucha contra la subversión". "Sin ocultar el o, Morales Solá tomó el suyo y acto continuo buscó el abrazo del general. Gleizer y Salas lo imitaron".
"Como redactor del Panorama Político de Clarín en los tiempos de Videla, Viola y Galtieri, y como prosecretario de redacción de Clarín (el número dos de la redacción) fue responsable de la sección Política; páginas en donde centenares de hechos de exterminio y fusilamiento de militantes políticos eran “enfrentamientos”. Eran habituales sus tardecitas para “tomar el té” con empinados generales."
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