martes, 11 de mayo de 2010

Más que papa frita: Comandante papa hervida!

Entre las cosas que me perdí durante mi ausencia, está el puterío que se armó en Ramble Tamble, el blog de Artemio, con el extorsionador Papafrita, un service de aquellos, no?
Pero a don papa le salió mal la cosa, porque las fotitos con las que amenazó no aparecen...
Encima de mal educado, mentiroso... Sos un trucho Comandante! Por eso, ahora te baten Papa Hervida!

Después de un mes...., VOLVÍ

No me digan que me andaban extrañando... Bueno, la cosa es que volví. Problemas de trabajo, problemas de salud, problemas de familia (problemas, problemas y más problemas!) impidieron mi contacto con la blogosfera... Pero aquí estoy nuevamente con ustedes, queridos amigos! Chas gracias por el gran recibimiento.

miércoles, 24 de marzo de 2010

Caso Lucas Montero-Carolina Porto: Pobres Chiquititas! ¿Y los medios dónde están? ¿Red de Pedofilia Vip?

¿Será porque su apellido es parte de la historia fundacional de la televisión argentina?


¿Será porque su padre, el ya retirado Carlos Montero, fue, entre otras cosas creador de Telenoche y productor de Mirtha Legrand?


¿Será porque su hermano mayor, Carlos Montero (h), es la cara de CNN en español?


O, quizás, será por el parentesco de su mujer con el ex político Avelino Porto?



La cosa es que el gravísimo caso de abuso sexual de menores que involucra al productor de TV Lucas Montero –asistente de producción del programa infantil "Chiquititas" y actual productor periodístico del noticiero de Telefé-- , a su mujer, Carolina Porto – hija del cirujano Eduardo Porto, jefe de cirugía del Hospital Británico— y a la madre de Carolina, Maureen Donelly, agente de la inmobiliaria Harold Hyland, no ha tenido suficiente cobertura en los medios.



Y eso que ya la Cámara Penal de San Isidro confirmó que Montero irá a juicio oral y público acusado de abuso sexual contra compañeras de jardín de su hija, junto con su esposa y su suegra. Montero y Porto serán juzgados por los delitos de "abuso sexual simple reiterado y corrupción de menores reiterada en concurso real entre sí en perjuicio de tres nenas de cuatro años".


Al respecto leemos en la Revista Para Ti:
Una denuncia aberrante
Las sospechas de los padres de las menores involucradas empezaron hace al menos dos meses, cuando la mamá de una nena de 4 años, compañera de la hija de los Montero en la sala Panda del Blooming Kindergarten de La Horqueta, notó cambios bruscos en el comportamiento de su hija. De repente, la nena se habría manifestado muy irritable, con ataques de llanto repentinos, caprichos absurdos y miedos fuera de lo común. También en el jardín las maestras percibieron cómo los dibujos de la pequeña habían pasado de ser los típicos de un chico de esa edad a figuras más extrañas, oscuras e incluso fálicas. Aun cuando notaron estos cambios y empezaron a preocuparse, nada hacía pensar en una posibilidad tan aberrante como la de un abuso sexual, que la propia nena habría revelado con la inocencia de sus palabras cuando la madre, ante su mal comportamiento, un día cualquiera y mientras la llevaba en el auto, la amenazó con no dejarla quedarse a dormir en la casa de su compañerita de jardín –hija de los Montero–. “Igual no quiero ir a dormir a su casa porque estoy cansada de que el papá me toque”, habría respondido la niña con la naturalidad propia de su edad, según constaría en la denuncia realizada por su madre el lunes 15 de octubre ante la Fiscalía Nº 3 de General Pacheco.


A la confesión espontánea se habría sumado luego un relato espeluznante y detallado de los supuestos abusos de Montero en los que, según lo que habría dicho la niña, también estarían involucradas su esposa, Carolina Porto –entonces embarazada de ocho meses–, y la madre de ella, Maureen Donnelly, agente de la inmobiliaria Harold Hyland, quienes además de presenciar los supuestos juegos sexuales, habrían participado filmando y sacando fotos.


“La nena dijo que Lucas le tocaba las dos colas: la de adelante y la de atrás. Que le dolía mucho y que le metía unas pelotitas de colores, también en las dos colas. Que le bajaba la bombacha, él se bajaba el pantalón y la sentaba en sus piernas”, consta en la denuncia realizada en conjunto por dos madres de la sala Panda del jardín de infantes de La Horqueta cuyo contenido trascendió a pesar del hermetismo del fiscal Jorge Strauss, a cargo de la causa, quien prefiere dar la menor información mediática posible con el fin de resguardar a los menores involucrados.Además de los relatos de las dos niñas, reproducidos por sus mamás ante la justicia, y a pesar de que el abuso deshonesto es difícil de comprobar ya que puede no dejar rastros físicos, la denuncia también mencionaría la presencia de sangre en la materia fecal, de bombachas manchadas y de dolores físicos que habrían sufrido. En este sentido, un allegado al pediatra de las dos niñas supuestamente abusadas –habría otros dos casos que aún no se presentaron ante la justicia porque las familias no quieren exponerse– confirmó a Para Ti que éstas tendrían rastros físicos de abuso. En tanto, una mamá cercana a las denunciantes, y que prefirió no dar su nombre, contó que “cuando una de las madres se dio cuenta, alertó a las demás en seguida y al jardín. Y ahí descubrieron que no era el único caso, que había cuatro nenas que coincidían en el relato, todas de la sala Panda. Las cuatro fueron llevadas a una psicopedagoga que confirmó que la sospecha de las madres era correcta”.


Cuatro días después de la denuncia, el viernes 19 de octubre, la justicia allanó la casa de los Montero y secuestró videos, tres CPU, 19 mini DVD, incluyendo películas infantiles, y diez disquetes –según datos de Manuel Mougan, abogado de Lucas Montero– para realizar una “pericia informática”. “No encontraron absolutamente nada –asegura Mougan–. Son todos videos familiares. Además, las entrevistas psicológicas hechas a ellos y a su hija dieron perfectas. Por eso ellos pueden seguir teniendo a la nena. Si les hubiera dado apenas dudosa, les habrían quitado la guarda”.Allegados a la familia Montero contaron que, al tomar conocimiento de las acusaciones que le hacían, Porto tuvo un ataque de nervios y empezó a llamar a las otras mamás del colegio para saber qué pasaba. Pero ninguna de ellas la atendió, sólo una que antes de cortarle le habría gritado: “Ustedes están enfermos. Son dos hijos de puta y van a ir a la cárcel por abusar de las nenas”. Esa fue la última comunicación entre ella y las madres de las compañeras de su hija, con las que hasta el día anterior compartía el pool que ellas mismas habían organizado para llevar a sus hijas al colegio. Desde entonces, todas las demás madres se unieron para condenarla y organizaron varios “escraches” en la puerta del country Isla del Sol para repartir la foto de Porto y Montero con la leyenda “Lucas Montero y Carolina Porto. Abusadores de menores”.


Lo cierto, hasta ahora, es que la denuncia existe y que la investigación avanza en la Fiscalía Nº 3 de Pacheco. En estos días, los peritos informáticos trabajan en el análisis del disco rígido de la computadora para determinar si se borraron archivos y, si así fuere, intentar reconstruirlos. En tanto, se están realizando las pericias psiquiátricas a las niñas supuestamente abusadas y podrían repetirse más evaluaciones la semana próxima. Por su parte, Lucas Montero se presentará espontáneamente ante el fiscal para declarar, según adelantó su abogado.“Ninguna madre inventa semejante historia y expone a su hija si no está convencida. Esperamos que la justicia actúe rápido y bien. No queremos que otros chicos pasen por esto. Para estas nenas, el daño ya está hecho y las secuelas son para toda la vida. Sólo queremos que la justicia diga si son culpables, y si lo son, que vayan a la cárcel”, dijo la mamá de una pequeña de la sala Panda. Si eso ocurriera, según la ley, Montero, Porto y Donnelly podrían recibir hasta quince años de cárcel: el Código Penal prevé entre cuatro y seis años de reclusión o prisión por abuso deshonesto, pero si se comprobara que hubo acceso carnal, la pena ascendería a entre seis y quince años de reclusión o prisión. "





Y...? Dónde está el periodismo independiente?

martes, 23 de marzo de 2010

Carlos Reuteman y sus temibles secretos

Leemos a Carlos Pandolfi en Diario Perfil:

“(…) María Noemí Claudia Bobbio, Mimicha, escribió en su blog el jueves pasado un amenazante mensaje dirigido a su ex marido: “Comunicado Urgente desde mi residencia en Europa. Directamente desde Europa hago saber al senador y a sus seguidores, en honor a la Verdad, a la cual defiendo como virtud primordial del SER, no aceptar más este juego inadmisible y solapado en el cual me veo envuelta. Si esto no finaliza, me encargaré de contar la Verdad, la cual por pudor y respeto he sabido callar. Con toda responsabilidad, saludo a mis queridos lectores”.
¿A qué se refiere?
. ¿A que Alan Jones, su compañero de Williams, lo boicoteara para que no fuera campeón mundial y dijera ante 700 millones de teleespectadores que “él sólo puede correr en un concurso de Miss Argentina”?
¿A su íntima amistad con el ex obispo Edgardo Storni, por quien impidió durante sus dos mandatos que el cura pedófilo fuera investigado y juzgado por corrupción de menores?
. ¿A los asesinatos de nueve personas durante la represión de 2001?
. ¿A las inundaciones de 2003 con un saldo de 150 mil evacuados, 23 muertos durante el primer día y 116 por secuelas?
. ¿A que nunca pisó Tribunales porque armó una Corte Suprema provincial adicta? ¿A haber llevado a los hermanos Rohm al ex Banco de Santa Fe, finalmente privatizado por su sucesor, Jorge Obeid?
. ¿A sus cuentas en un banco de Ginebra no declaradas, sobre las que dijo: “¿Quién no tiene un millón de dólares afuera?” No, seguramente que no. Esas, según él, “son mentiras de la máquina hitleriana” de Hermes Binner, gobernador de Santa Fe.

viernes, 19 de marzo de 2010

Caso Lucas Rebolini Manso: La muerte viaja en patrullero y ataca en los hospitales

Seguramente, debido a lo que salió publicado en la Revista Veintitrés (véase post anterior), la subdirectora del Hospital Fernández, Angélica Martín, “recuperó” la memoria y confirmó esta mañana, durante una conferencia de prensa, que Lucas Rebolini Manso estuvo internado en ese nosocomio dos veces: la primera, había ingresado a las 0.45 al centro de salud con un cuadro de intoxicación, y escapó a los 15 minutos.
El SAME, entonces, salió a buscarlo y lo ubicó una hora más tarde en Castex y Salguero en el barrio porteño de Palermo, semidesnudo y gritando, por lo que fue trasladado con la participación de la policía, a ese centro de salud, donde falleció cuatro días después.
Martín precisó que Rebolini "ingresó con una psicosis tóxica", y que "en esas circunstancias no hay posibilidad de diálogo, convencimiento ni intercambio". La médica añadió que cuando el joven se escapó del hospital, las autoridades del nosocomio pidieron la actuación de la policía para ubicarlo, y destacó que frente a un caso de psicosis tóxica es "necesaria la fuerza de cinco hombres grandes para que lo coloquen en forma horizontal y luego medicarlo" (sic, sic, sic!!!!!!!!!!!!!!!!!!).

Caso Lucas Rebolini Manso: La muerte viaja en patrullero II

Leemos en nota de la Revista Veintitrés:

(...) El relato de “Osvaldo”, un testigo que quiso preservar su verdadera identidad, agrega una faceta que no había sido dada a conocer hasta este momento. La versión que se difundió en los medios indicaba que Lucas había salido desnudo de su casa y encontrado en un estado de sobreexcitación y delirio en Castex y Salguero, a quince cuadras de su hogar, el viernes 6 de febrero a la una de la mañana; que unos vecinos llamaron al personal médico y que fue trasladado al Hospital Fernández por una ambulancia. Osvaldo asegura que no es todo tan claro. Que Lucas llegó corriendo hasta ese lugar, que decía haberse escapado del Fernández, que aseguraba haber consumido mucha cocaína. Osvaldo cuenta que tenía una gasa y rastros de sangre, que cuando llegó la policía lo redujo a golpes, que le pisaron la cabeza contra el piso, que usaron una violencia innecesaria. Una testigo que trabaja en el Fernández confirmó esta versión a Veintitrés. A todo el dolor de esta muerte, entonces, se le agregan más enigmas. ¿Cómo llegó Lucas al Hospital Fernández? ¿Llegó por propia voluntad o fue llevado allí por un tercero? ¿Cómo es posible que una persona presa de un estado de exaltación psicotrópica se fugue desnudo y corra sin ser regresado al sanatorio por el personal médico o de seguridad? ¿Por qué usa golpes la policía al acudir a un llamado de ayuda de una persona desesperada? “Me di cuenta de que no era peligroso, sino alguien que necesitaba ayuda”, había dicho el encargado de un edificio de la cuadra desde la que Lucas fue llevado otra vez al hospital.“Estaba en la guardia y vi un hombre de espaldas. Me llamó la atención porque no tenía puestos los pantalones ni ropa interior –contó una emergentóloga que prestaba tareas esa noche en el Fernández–. Él iba subiendo la rampa por la que llegan las ambulancias. Vi que hizo un gesto como si se sacara una camisa. Quedó completamente desnudo. Un policía que estaba de custodia le gritó. Al escuchar el grito, el hombre salió corriendo. Nadie lo siguió.” La mujer quiso preservar su identidad. La solicitud de no dar a conocer nombres fue una constante entre las personas que aceptaron hablar con esta revista: por respeto a la familia, temor a perder su empleo o, peor, a represalias policiales."

jueves, 18 de marzo de 2010

Caso Lucas Rebolini Manso: La muerte viaja en patrullero

Tienen razón los padres de Lucas Rebolini Manso al presentarse como querellantes en la causa abierta por la muerte de su hijo, porque nada está claro y los puntos oscuros del caso resultan cada vez más inquietantes.
Pero, además, lo más llamativo es la reacción de la Policía, que, a través de sus voceros está intentando ensuciar la imagen del muchacho (hoy, por ejemplo, salió publicado en Clarín que, según la Federal, Lucas tenía antecedentes por robo).
En realidad, se trata de una reacción muy habitual del organismo que recluta a la poli cuando han incurrido en procedimientos non sanctos, ensuciar a la víctima, a sus familiares y a todo aquel que intente ir tras la búsqueda de la verdad.
¿O no hicieron eso en el Caso Pomar? ¿O no hicieron eso en el caso del pibe Rubén Carballo, el joven de 17 años que fue hallado muerto un día después de la represión policial durante el recital de Viejas Locas? Y esto por citar sólo algunos antecedentes, los más recientes.
Recurren para eso a sus periodistas “amigos”, los buchones de siempre: Chiche Gelblung, Jorge Rial, Luis Ventura, y otros cuyos nombres, disculpen, en este momento se me están chispoteando…