Como decía un amigo, "parece que se hubiera topado de frente con un tranvía".
La decadencia física de Don Cayetano asusta.
Está bien que su gelatinosa humanidad vaya camino de los setenta, pero, no tan rápido...!
Quien haya tenido la triste experiencia de encontrarse con él, sabrá del olor, agrio --a pantalón de linyera--, que despide Don Cayetano. Y fruncirá su caripela ante la baranda, igualito que lo hace él en la foto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario