¡Sacámelo de aquí!, le dijo el presidente Néstor Kirchner al canciller, cuando Abel Parentini Posse ingresaba a una muy concurrida reunión con empresarios españoles, a principios de 2004, realizada en la madre patria.
Qué había pasado?
Sucedió que, a fines de 2003 La la la Nación había publicado un reportaje a Parentini , cuyas palabras enojaron hasta el paroxismo al presidente Kirchner. Decía el entonces embajador:
"Muchos de los que murieron en la década del 70 lo hicieron heroicamente , con mucho coraje , cara a cara , como murieron los hombres de Stalin y los de Mao. Si Ud. dice que los mataron porque estaban anotados en una libreta y que eran todos inocentes, es una idiotez. Al guerrero hay que respetarlo. La izquierda argentina está dejando de respetar al guerrero y favorece a los sobrevivientes sospechosos, que ocupan los espacios externos y que se transformaron poco menos que en periodistas del sistema a través de la televisión . Pero , de todas maneras, yo no quiero agredir a esa gente, que está descalificada ante el pueblo argentino. Lo que yo quiero decir es que no podemos , por cobardía , aceptar la increíble barrabasada de que nos vengan a presentar como humanistas y defensores de la República a aquellos que tienen la conciencia profundamente revolucionaria , o la tuvieron en su momento. Yo puedo decir lo peor del liberalismo capitalista , pero también puedo decir lo peor de esa gente que se refugió al año del gobierno de Videla en Europa , donde estaban todos conduciendo a jóvenes de dieciséis o diecisiete años a la matanza"...
jueves, 10 de diciembre de 2009
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